miércoles, 3 de septiembre de 2014

Juegos recurrentes

Entre todos los juegos con los que me entretengo hay unos pocos que suelo jugar y terminar de nuevo cada año al menos una vez. Son títulos que me gustan mucho, aunque quizá no sean los mejores juegos, ni siquiera los mejores en su género. Pero que a mi me encantan.

Por encima de todos hay tres en particular y entre estos tres el primero es Commandos: Behind enemy lines, después situaría a Mafia y Return to castle Wolfenstein indistintamente.

Commandos, con sus más de quince años a las espaldas, me quitó muchas horas de sueño cuando salió finalizando los años 90 del pasado siglo. Recuerdo haberme tirado horas y horas por la noche y empalmado con el trabajo por la mañana con apenas un par de horas o tres de sueño.

Básicamente es un juego de estrategia en tiempo real, localizado en la línea temporal a lo largo de la Segunda Guerra Mundial. En el juego manejamos a varios personajes, cada uno con diferentes cualidades que les permiten realizar diferentes acciones: boina verde, marine, conductor, espía, zapador o francotirador. A lo largo de las veinte misiones que tiene iremos recorriendo diferentes escenarios del conflicto: desde Noruega, pasando por África, Francia, Bélgica o Alemania.  En cada misión tendremos unos objetivos tales como asesinar a un general enemigo, volar una presa o depósitos de combustible, liberar aliados capturados por el enemigo, etc. Y la premisa es que no nos descubran. Importante esconder los enemigos eliminados para que no los encuentren las patrullas y salte la alarma. Con este sencillo planteamiento los españoles de Pyro Studios crearon uno de los mejores juegos, en mi humilde opinión.

Commandos behind enemy lines

Para los años que tiene, disfrutaba de alguna característica que lo hacían bastante interesante. Por ejemplo, puedes dividir la pantalla como un mosaico hasta en cinco zonas (si no recuerdo mal, dudo entre cinco y seis) para poder hacer seguimiento a los diferentes enemigos y coordinar nuestras acciones. Los gráficos están bastante logrados, en perspectiva isométrica, reproduciendo vehículos, edificios y resto de elementos con bastante acierto.

Aunque posteriormente lanzaron una expansión y dos secuelas, que mejoraban el juego y añadían más opciones, el que más me gustó fue el primero. (Del Commandos Strike Force mejor no voy a hablar)

Realmente jugar a este título en ordenadores actuales con el CD original es bastante complicado. Si consigues instalar el juego, al ejecutarlo la velocidad del mismo es muy rápida, prácticamente impidiendo que se pueda jugar. Al menos hay una edición que han sacado los chicos de gog.com que sí funciona adecuadamente.

Como suele pasar cuando un juego innova y se sale de lo habitual no tardaron en salir "imitaciones". Desperados: wanted dead or alive cuyas aventuras se desarrollan en el oeste americano y Robin Hood : the legend of Sherwood son dignos herederos de Commandos y su sistema de juego y también bastante entretenidos.

Mafia, creado en el año 2002, es un "sandbox" en tercera persona que se desarrolla en los años de entre guerras en la ciudad ficticia de Lost Heaven. En el juego manejamos a Tommy, un conductor de taxi, que, llevado por las circunstancias, termina trabajando para un mafioso, Don Salieri. A lo largo de su desarrollo vamos cumpliendo diferentes misiones que nos encomiendan, incrementando la violencia gradualmente hasta llegar a un climax de sangre.

Mafia (Imagen pixelsmil.com)

Mafia es un juego con una fantástica ambientación y un argumento sólido y que podría ser el guión de una buena película de Scorsese o Coppola. La música, los gráficos, la enorme cantidad de diferentes vehículos que podemos manejar y una buena ración de armas para llevar nuestros siniestros propósitos a fin lo hacen destacar incluso años después de ser realizado. Mafia tiene uno de los mejores finales que he visto en un juego, al menos muy impactante.

Años después lanzaron una secuela, Mafia II, que para mi es un buen juego, pero lejos de la calidad del original.

De RTCW, lanzado en el año 2001, poco se puede decir que no se sepa ya. Un shooter en primer persona, descendiente de uno de los juegos pioneros en su género: Wolfenstein 3D. Mezcla la lucha contra el nazismo en plena Segunda Guerra Mundial con ocultismo, zombies y demás bichos raros. ¿Quién se puede resistir a esto?

Return to Castle Wolfenstein (Image Wikipedia)

Partiendo de una celda en el castillo que da nombre al juego, nuestro deber como soldado aliado es el de escapar de ahí e ir recorriendo misiones intentando averiguar qué buscan los nazis que hará, según ellos, que ganen la guerra.

La recreación de los diferentes escenarios es envolvente y la ambientación fantástica. A mi uno de los momentos que más me gusta es el descenso en teleférico desde el castillo, recordando una escena de una de mis pelis preferidas: El desafío de las águilas.

Quizá el paso de los años ha hecho que los polígonos de este juego hayan envejecido mal pero, para mi, sigue siendo uno de mis juegos de cabecera. Su secuela, Wolfenstein, no me gustó demasiado y ni siquiera lo terminé.

Además de estos tres títulos tengo otros que jugaba periódicamente pero que, debido a que ya no funcionan con las nuevas versiones del sistema operativo o dan muchos problemas, no puedo disfrutar de ellos pese a tener el original: Medal of honor allied assault, Unreal, Call of Duty (los primeros) o No one lives forever, son algunos de ellos. Algunos de ellos funcionaban hasta con Windows XP, pero hace unas versiones de OS X que para los usuarios de iMac es complicado, ya que los herederos de Jobs decidieron hace tiempo que no se podía instalar nada menor de Windows 7 en Bootcamp. A veces pienso que debería haber guardado un PC viejo para estas cosas, pero el sitio que ocupan esos trastos es considerable.

También hay otros juegos a los que suelo jugar, que he terminado más de una vez, y que no repito con tanta frecuencia como los tres primeros. Pero que de vez en cuando vuelvo a disfrutar con ellos: Deus Ex, Commandos 2 y 3, Rainbow Six Vegas (1 y 2), The Saboteur (un juegazo que no ha sido valorado como debiera) o Half Life (1 y 2), entre más.

Y hay algunos que, seguramente, pasen a engrosar en un futuro próximo esta lista de juegos que me gusta jugar otra vez cada cierto tiempo: La saga Splinter Cell al completo, Los Assassin's Creed de Altair y Ezio, GTA4, saga Hitman y varios que me dejo sin nombrar.

Hay veces que me pregunto, cuando estoy jugando a algo que ya he terminado varias veces, si no estoy haciendo algo ilógico, ya que tengo muchísimos juegos por terminar, algunos que ni siquiera he probado y, además, hay muchísimos juegos en el mercado, y los que salen día a día, para disfrutar de ellos. Pero esto es como cuando ves una película varias veces, o escuchas un álbum de música con frecuencia, o incluso lees un libro en más de una ocasión. Simplemente te gustan y disfrutas de ello.

Escribiendo esto me ha venido a la cabeza que igual se puede escribir sobre esos juegos que siempre están ahí y a los que se echa una partida rápida (fútbol, coches, etc.)

sábado, 12 de julio de 2014

Chapitas de botes de refrescos y calorías

Con las chapitas que sirven para abrir los botes de refrescos hay gente que hace diferentes trabajos manuales. Guardar estas chapas a una persona que se dedica a ello me ha servido como ejercicio para saber aproximadamente cuantos botes de refresco me puedo beber en un año.

Imagen de manualidades.facilisimo.com

Da la casualidad que hace justo seis meses empecé a guardar en una bolsita las chapas, únicamente las de los botes que consumo durante el día y hoy me ha dado por contarlas: 99 chapitas. Además de éstas, en casa consumo prácticamente otro tanto en botes de refresco.

Las 99 chapitas

Unos números simples sacan un resultado de unos 400 botes de refresco al año. Sin contar lo que se puede beber en bares de vez en cuando, aunque no los frecuento mucho, o lo que bebes comiendo si sales un día por ahí, de visita a casas de amigos, etc. Vamos, que estos números son tirando por lo bajo.

En el lado económico, a una media de 0,50€ por bote me dan 200€ anuales en refrescos. Que puede no ser o parecer mucho. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las veces adquiero los botes en supermercados, pero si vas "al chino" o a una máquina expendedora los precios pueden subir desde los 0,80€ a, rozando, los 2€

Pero por el lado de las cantidades que ingiero igual un experto podría decir algo y no muy positivo:

400 botes a 0,33 cl. dan 132 litros de refresco. Prácticamente solo bebo la bebida de cola de la chispa de la vida, aunque llevo unos meses que me he pasado a su competencia.

Cada bote tiene unas 140 calorías, que son 56000 calorías/año y, dependiendo donde mires, necesito entre 2500 y 2600 calorías al día. Así que, en refrescos, consumo en un año las calorías recomendadas para 22,5 días. No entro a comentar, aunque está claro, que estas calorías aportadas por los refrescos no son las más recomendadas.

Y con esto se termina el texto chorra del día.

P.D: Creo que me costará dejar de beber refrescos.