domingo, 23 de noviembre de 2008

La Adicción de World of Warcraft

Uno de los vicios que mantengo habitualmente son los video juegos. Menos de lo que yo querría por mi falta de tiempo libre, pero esto no evita mi partidita diaria antes de irme a dormir.

Llevo un mes jugando a World of Warcraft, quizá el más famoso juego online del momento. Esto no tiene nada de especial, un juego más, pero un juego que ha hecho que tenga dos temas rondando mi cabeza. No voy a entrar a explicar de qué va WoW, ya que una búsqueda en Google nos arroja más de 53 millones de resultados.

Lo primero que me inquieta es la adicción que causa. Yo he estado enganchado a varios juegos a lo largo de los años que llevo jugando, y esto sucede desde el 82 que me llegó mi primer ordenador, un ZX Spectrum. Por enganchado me refiero a invertir dos o tres horas/día al juego hasta que lo termino, y nunca a diario y dejando de hacer otras tareas por esto. Ha caído agua desde entonces.

La pregunta que me hago es qué tiene un juego para que esto suceda. Más con el handicap añadido que supone tener que pagar todos los meses una suscripción de 13€ y conexión a internet, y que si se te cae la conexión no puedes jugar. Esto se acentúa cuando existen juegos del mismo estilo y de diferentes precios, por ejemplo Sacred, que pagando únicamente por el programa deberías tener una experiencia si no igual, sí similar.

Yo no tengo la explicación para este efecto, pero el resultado es evidente. Once millones de personas jugando a WoW alrededor del planeta.

La segunda viene dada por la primera y la falta de tiempo que tenemos. Hoy he leído en Libro de Notas una entrada que me ha dejado perplejo. El texto en cuestión habla sobre los profesionales del juego, esas personas, orientales en mayor medida, que están jugando todo el día para conseguir recursos y luego venderlos a cambio de dinero real por internet. Hay empresas dedicadas a esto y por supuesto, ya que hablamos de unos paises marcados por la explotación laboral, con personas que están jornadas de muchas horas jugando a cambio de un pequeño sueldo que apenas les da para comer.

Si hay que entenderlo como un negocio y el dinero que genera, lo que no puedo entender es a las personas que para mejorar en el juego no dudan en comprar estas mejoras. En mi opinión desvirtuan toda la satisfacción que te puede llegar a dar el jugar y conseguir por ti mismo los objetivos. Si no tienes tiempo, y no puedes disfrutar de las sensaciones que te provoca estar inmerso en el juego ¿para qué juegas?

Y ahora, que he sacado diez minutos para escribir cuatro líneas y que esto no se convierta en otro blog muerto más, me voy a jugar un rato al WoW, a ver si subo de nivel ;-P